Llegamos a España hace poco. Mi marido, mis tres hijos y yo. Mi marido aún no ha encontrado trabajo, y yo tampoco. Nosotros hemos tenido suerte, hemos encontrado un país en el que empezar de cero.
Aquí hay gente buena, que nos está enseñando el idioma y nos está ayudando, pero también hay gente que nos mira mal porque piensa que hemos venido a quitarles el trabajo y a pedir dinero.
Yo no quiero quitarles nada, solo quiero poder alimentar a mis hijos. Quiero una oportunidad para vivir. Quiero poder comprar leche para mis hijos, y que vivan en un lugar calentito cuando llegue el invierno.
Hasta hace unos meses, yo vivía como ellos. En mi casa, con mi familia. Incluso tenía un trabajo. Y ahora estoy en un lugar que no conozco, rodeada de una cultura y costumbres que no entiendo, y sintiéndome juzgada.
María Albertus