La primera vez que lo vi, aun llevábamos mascarillas. En esa conversación no conseguí entender nada de lo que me decía, no hablábamos el mismo idioma, pero ahora he entendido que el idioma del amor es universal.
Empezó trayéndome bolsas de fruta, de lunes a domingo, durante dos meses. Solo venía me dejaba la bolsa en los pies y me daba las gracias. Todos los días, sin falta aparecía y sin querer yo me encontraba esperando ese momento.
De repente informó que se iba, se cambiaba de ciudad, necesitaba trabajar y se despidió de mí. Fue con un mensaje, nunca imagine que me fuera a afectar tanto. En ese momento me di cuenta de que había estado bajando al parque más de la cuenta, solo para verlo de lejos y ahora, ya no se iban a cruzar nuestras miradas.
Me preocupe por él, se iba sin nada y dispuesto a dormir en la calle. No salía de mi cabeza, no entendía que me pasaba, nuestros caminos eran diferentes. Volvió, volvió por mí y nuestros caminos se hicieron uno.
Dice que le he hecho brujería porque tampoco salgo de su cabeza.
Mi Seri