Como consecuencia del naufragio en Calabria, he podido leer en la prensa “Mochilas, biberones y juguetes en la playa….”.
El viejo pesquero llevaba 14 menores, un recién nacido y embarazadas a bordo, uno se puede preguntar, ¿eso no es una locura?, creo que no, la desesperación no entiende de lógicas, solo intenta salir por la falta de un mañana, con la mirada puesta en llegar a un lugar más habitable, con más vida de futuro, para ellos y en otros casos para sus hijos.
Médicos Sin Fronteras confirma que todos los pasajeros del barco naufragado han perdido alguien cercano, yo no opino igual, creo que toda persona entre las que me encuentro, hemos perdido esas vidas sencillas, que tan solo buscan ser como tú y como yo, buscaban vivir con futuro.
Viola