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Microrrelato: «Hay trabajo en el campo»

Si eres una persona ágil tienes más posibilidades en el campo. En el camión no hay seguridad, las cajas se mueven, se caen y siempre va a ser culpa mía. El producto con el que trabajamos es más importante que nuestra vida… en movimiento las cajas peligran, me obligan a subir al camión en marcha para poder sujetarlas… lo hago, no tengo más remedio. El terreno no es estable, sobre carga de peso, las cajas se tambalean, todas caen. Caigo sobre mi espalda con las cajas encima, pierdo la conciencia, el dolor es insufrible…no puedo moverme. No me puede pasar nada, tengo que seguir trabajando, necesito el dinero, no estoy solo mi familia me necesita. Los accidentes laborales no les ocurren a las personas del campo. Una lesión no va seguida de ir al médico, te dejan en donde sea para que nadie sepa que estabas trabajando. Una vez que vas al campo no puedes volver, solo hay un viaje de ida y otro de vuelta, da igual lo que te pase, tienes que esperar a que termine la jornada para poder tratar la lesión estando obligado a nunca decir que te ha pasado trabajando. Mis compañeros me recogen del suelo, piden auxilio en mi nombre, no hay respuesta, nunca la hay. Sigo respirando, con eso es suficiente para el encargado, me apartan del resto me tienden en el suelo y paso las siguientes 6 horas sin más atención. Cuando la jornada termina dejan que mis compañeros me levanten de la tierra. El superior se despide de nosotros con la advertencia de nunca decir lo que me ha pasado. No voy al hospital, nos dicen que no tenemos derecho a una asistencia médica, no tengo tarjeta.

 

A.M.N.

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